miércoles, 19 de marzo de 2008

Himno a mi Mismo

Himno a mí mismo



Soy el peor de todos los hombres,
una escoria, una sombra, un fantasma.
En el pasado nací como fruto
del amor entre dos personas y como raíz
del odio a mi mismo.
Nací por obligación.
En el futuro moriré lleno de cicatrices y arrugas,
solo y desnudo. De la misma manera que vine al mundo
también me voy a ir.
Moriré. No tengo otra opción.

Soy un perro, un excremento, una cosa,
un pecador, un puñado de problemas ambulante.
Acepto todos los insultos de quienes me rodean.
Cada golpe, cada puñalada, cada escupitajo
me ha fortalecido.
Soy solo polvo y cenizas,
un resignado suspiro de Dios y nada más.
Nadie me llorará.
Nadie me recordará cuando yo muera.
Soy anónimo.

Sin embargo, voy de cabeza al profundo y oscuro abismo,
voy de frente al frenesí de la vida.
Siento vértigo.
Siento el roce del viento en mi cara.
No necesito pedir prestadas alas
para poder volar.
Estoy vivo y amo la vida,
aunque sea despiadada y cruel.
Vivo el presente porque es lo único
verdadero, seguro y real.

Soy lo que soy
aunque el mundo no lo acepte y no lo comprenda.
Soy lo que soy
y lo seré hasta el fin de mis días.
No me callo, no miro hacia atrás, sigo hasta el final.
Elio G.

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