martes, 20 de abril de 2010

Nuevo libro


Una aventura emocionante
Muy pronto...




sábado, 26 de diciembre de 2009

Maldito el amor

Maldito el amor


Maldito el amor perdido.
Maldito el amor buscado.
Maldito el amor no correspondido.
Maldito el amor no encontrado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor arrepentido.
Maldito el amor olvidado.
Maldito el amor prohibido.
Maldito el amor imaginado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor corrompido.
Maldito el amor obstinado.
Maldito el amor herido.
Maldito el amor cicatrizado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor caído.
Maldito el amor levantado.
Maldito el amor defendido.
Maldito el amor atacado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor ofrecido.
Maldito el amor premiado.
Maldito el amor recibido.
Maldito el amor castigado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor recién nacido.
Maldito el amor enterrado.
Maldito el amor percibido.
Maldito el amor ignorado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor inadvertido. 
Maldito el amor sospechado.
Maldito el amor reprimido.
Maldito el amor acusado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor padecido.
Maldito el amor celebrado.
Maldito el amor escondido.
Maldito el amor revelado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor protegido.
Maldito el amor sacrificado.
Maldito el amor presumido.
Maldito el amor avergonzado.

¡Maldito seas, amor, eternamente!

Maldito el amor admitido.
Maldito el amor negado.
Maldito el amor infundido.
Maldito el amor equivocado. 

¡Maldito seas, amor, mil veces
en tiempo eterno y en espacio infinito
Amor de amantes, caros diamantes...
¡Maldito!¡maldito!¡maldito!

  Elio G.

El Fuego del Amor

El Fuego del Amor


Centella de amor con que Afrodita
Adorna las diestras saetas de Eros.
Funde hasta el más frío de los aceros,
El sutil fuego ardiente que crepita.

Rosa flamígera que dormita
En el seno de los dones meros,
Emulando áureos discos viajeros,
Alabando las venas donde habita.

Mas el ser mil veces engañado
Siente en su pecho un fuego destructor.
Lo que era amor amado y amador
Se torna matador y matado.
Premio, precio, castigo o pecado
Es sanar y ser apuñalado.

Elio G.

martes, 3 de febrero de 2009

Espacios Vacíos

Espacios Vacíos


He bajado de la cruz,
he roto las cadenas,
he salido de la caverna,
guiado por la luz.

He roto los puertas
y los vitrales de mi templo.
Sólo he dejado en pie
las dulces campanas.

He destruido
las máscaras
de los ídolos paganos
que ocultan la verdad.

He bebido del cáliz,
el néctar y la ambrosía.
Una embriaguez divina
irrumpió en mi corazón.

Las letras muertas
se han convertido
en jeroglíficos vivos
que leen mi mente.

Colores iridiscentes,
sonidos fragorosos,
perfumes aleatorios,
formas siderales.

Todo se ha amalgamado
caóticamente formando
una sinfonía extraña
para advertirme
que un gigante cósmico,
eterno, infinito y omnímodo,
habita en los espacios vacíos.

Elio G.

Jesucristo Urbano

Jesucristo Urbano


En la vereda de enfrente,
en el rincón del mundo,
entre celestes azoteas
y oscuros sótanos,
me encuentro
cargando una cruz
a mis espaldas.
Fulano se burla de mí,
Mengano llora por mí,
Zutano me envidia
(esa es la hermana Humanidad).
No sé realmente quién soy,
de donde vengo y a dónde voy,
sólo sé que tengo un don
que es una maldición.
Es la marca de fuego,
el tatuaje que llevaré
durante todo el camino.
Recibo aplausos por mi valor
y lágrimas por mi suerte
mas también me dan escupitajos
por haberme sacado la mascara.
Son infinitos los espacios,
son eternos los tiempos
en los cuales seré y estaré.
Mejor tomar
un poco de sagrado pan
y una copa de santo vino
para seguir viaje.
Yo soy el que soy,
soy todos y soy nadie,
pero simplemente
y complejamente
soy yo.


Elio G.

domingo, 14 de diciembre de 2008

La Musa del Silencio

Ante todo, pido disculpas por mi prolongada ausencia pero estoy estudiando para recibirme de profesor de letras y eso absorbe todo mi tiempo. Lamentablemente, en estos días la Musa ha acudido a mi, pero yo la he tenido que alejar de mi lado. Si, podría haber escrito muchísimas cosas maravillosas, pero heme aquí condenado a leer pero nunca a escribir, como Eco que siempre repetía las palabras ajenas pero nunca podía decir las propias...
Ojala pudiera trabajar de escritor y ser autodidacta. Pero son otros los tiempos. Aquí y ahora, es casi imposible. Los artistas, los malditos de la sociedad...

La musa del silencio, de Giorgio de Chirico.

"Esta meditada locura de de Chirico puede ser calificada de surrealista pero quizá le queda mejor genial como adjetivo.
Giorgio de Chirico (Grecia, 1888-Italia,1978) fue el gran pintor metafísico del siglo XX. Estudió arte en Atenas y en Munich, donde recibió una gran influencia de las obras alegóricas del pintor suizo del siglo XIX Arnold Böcklin. En 1911 se instaló en París donde pintó paisajes urbanos. Estas primeras obras metafísicas evocan un mundo onírico misterioso y amenazador a través de acentuados contrastes de luces y sombras y de una perspectiva exagerada.
Entre 1915 y 1925 de Chirico pintó se dedicó a los maniquíes sin rostros y a las naturalezas muertas en las que yuxtapone objetos sin ningún tipo de relación entre sí, lo que luego adoptarían los surrealistas. Influyó en artistas de ese movimiento, como Yves Tanguy y Salvador Dalí.
A mediados de la década de 1930 regresó a Italia, abandonó el estilo que le dio fama y se volcó uno más académico y bastante intrascendente.
Sin pies ni cabeza, esta musa del silencio es todo pensamiento y pura coherencia."

Por Marcelo A. Moreno, en Desnuditos. Antilógicas. Clarín. 18/1/2008.

http://weblogs.clarin.com/antilogicas/archives/2008/01/la_musa_del_silencio_giorgio_de_chirico.html

jueves, 4 de diciembre de 2008

MIS SUEÑOS DORADOS DE LA JUVENTUD

MIS SUEÑOS DORADOS DE LA JUVENTUD

En memoria de Rodolfo Ramón González (“Rolo”)
y de otros tantos jóvenes asesinados.

Hoy me desperté lleno de grandes ilusiones,
de sueños y metas para el día de mañana.
Mientras me iba, tarareaba unas canciones,
saludaba a todos con alegría cotidiana.

Pero mientras tranquilo por la calle marchaba,
sentí un golpe en mi cabeza y perdí el sentido.
Me arrastraron hasta un auto con amenazas
y de mi mundo me sacaron sin permiso.

Con los ojos vendados, cruelmente me empujaron,
me obligaron a hincarme y rogar por mi vida.
Mis pertenencias más valiosas me robaron
y me preguntaron dónde tenía la guita.

Me golpearon, me escupieron, me patearon.
Mientras yo lloraba, los hijos de p*** se reían.
Creyéndose dueños de mi vida, me mataron
y mis sueños de juventud se desvanecían.

Mi tan anhelado título de egresado,
mis viejos, mis hermanos, mis seres queridos.
Mis compañeros, mi novia, mis amigos,
mis recuerdos en el suelo exparcidos.

Mi sueño de la facu, mi laburo, mis hijos.
¡Todo aquello con mi sangre se ha perdido!
¿Quién carajo tiene la maldita autoridad
para arrancarme lo soñado y lo vivido?

¿Quién carajo se cree con el absurdo derecho
de robar mis sueños dorados de la juventud?

Elio W. Garciarena.